Wiki Reino de Quito (1809)
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María Manuela Ontaneda
Condesa de Herrería
María Manuela de Herrería
La Condesa de Herrería, por José Cortez de Alcócer (1814).
Información personal
Nombre secularMaría Manuela Josefa Calixta de Ontaneda y Larraín
Nacimiento20 de febrero de 1772
Quito, Imperio español
Fallecimiento8 de mayo de 1834 (62 años)
Quito, Reino de Quito
EntierroIglesia de Santo Domingo, Quito
Predecesortítulo creado
SucesorCarlos Pío de Montúfar-Ontaneda
Familia
DinastíaCasa de Ontaneda
PadreVicente de Ontaneda y León
MadreMaría Isadora Larraín
Descendenciavéase Descendencia

María de Ontaneda y Larraín (Quito, 20 de febrero de 1772 - ibídem, 8 de mayo de 1834) fue una noble quitense que destacó por su papel durante la Revolución Quiteña entre 1809 y 1812, por lo que es considerada heroína de la Independencia de su país. Fue, además, la amante más conocida del rey Carlos I.

Biografía

Nacida en el barrio San Roque de la ciudad de Quito el 20 de febrero de 1772, era hija de Vicente de Ontaneda y León y María Isadora Larraín, quienes la bautizaron en la iglesia de El Sagrario dos días después con los nombres de María Manuela de Ontaneda y Larraín.

Como se estilaba en la época con las señoritas de buena posición, sus padres la educaron y casaron muy joven con Francisco Javier Escudero, procurador de Causas de la Real Audiencia, pero se separó de él en 1797 cuando tenía 25 años de edad, y desde entonces afloró su carácter decidido e independiente.

Papel en la Independencia

Como amiga personal de Rosa de Montúfar, hija del II Marqués de Selva Alegre, María estuvo vinculada al pensamiento ilustrado de la familia y sus ideales autonomistas al menos desde 1802, época en la que vivió en el Palacete marquesal como dama de compañía de su amiga.

Después de que fracasara la Junta de Gobierno de 1809, el conde Ruiz de Castilla ordenó la aprensión de los involucrados incluido Pedro de Montúfar, tío de su amiga Rosa, que fue llevado al Cuartel Real. Las dos jóvenes aprovecharon una visita en la que se les permitió quedarse hasta tarde para presenciar una partida de cartas, y una vez que los soldados estuvieron distraídos, vistieron a Pedro con sus ropajes femeninos y lo sacaron del edificio hacia la capilla mortuoria de los Montúfar en El Tejar, hasta donde le llevaban comida y noticias cada noche.

En 1810 formó una sociedad de damas patrióticas, cuyo principal objeto era cuidar al coronel Carlos de Montúfar, que estaba por llegar de España en calidad de Comisionado de Regencia nombrado por la Junta Suprema Central de Cádiz, ocupándose no sólo de brindarle comodidades adecuadas, sino de su misma seguridad que era amenazada por algunos grupos.

En su casa de San Roque, María formó un cuerpo miliciano de voluntarios que atrajo a la causa independentista, con el que participó activamente durante las batallas que se dieron tras la separación formal que Carlos de Montúfar hizo de España para formar el Estado de Quito en 1811. Sus soldados fueron nombrados Guardia de Honor en la casa en que se alojaba el joven coronel.

Tras la creación del Reino de Quito en 1814, y por sus altos servicios a la Patria, fue una de las dos únicas mujeres distinguidas con un título nobiliario por mérito propio, en este caso el de Condesa de Herrería. La otra fue Manuela Cañizares y Álvarez, creada condesa del Sagrario.

Relación con Carlos I

Pese a ser mayor para el Rey con ocho años, María se convirtió en su inseparable compañera y principal consejera para los asuntos de gobierno, aunque esto último de manera privada. Pese a este vínculo, el hecho de que continuaba casada y había abandonado a su esposo volvieron imposible la formalización de una relación.

Quedó embarazada en 1815 y el Rey la llevó a vivir junto a él en el Palacio de Carondelet, lo que agudizó las habladurías de la gente en contra de María, llegando a llamarle "la Ramera Real". La mala imagen que le producía el exhibirse públicamente con una mujer casada a la que trataba como Reina consorte, sumado a la presión del Parlamento para hallar una esposa, hicieron que Carlos I se separe de ella, no sin antes regalarle una casa en el barrio de Santa Bárbara.

Después del matrimonio del Rey con la joven aristócrata María Josefa de Miraflores en 1816, esta descubrió que su esposo no había dejado de frecuentar a María, que organizaba para el monarca encuentros sexuales también con otros hombres. En 1816 nació su segunda hija, a la que Carlos también reconoció como había hecho con el primero, causando un conflicto con la Reina. Pese a ello, ese mismo año distiguió a su prole ilegítima con títulos de duques.

En 1821 nació la tercera y última hija de la relación con Carlos I, quien para celebrar le obsequió la Hacienda Armenia en el Valle de Los Chillos, propiedad que la Condesa reformó para convertirla en su residencia oficial y donde ofrecía fastuosas fiestas que le valieron ser conocida como una de las mejores anfitrionas del país.

María se mantendría como la amante del Rey hasta su fallecimiento en 1834, siendo llorada amargamente por el monarca, que le erigió un mausoleo en el Cementerio del Tejar para que fuera sepultada. Carlos visitaría frecuentemente a sus hijos con la Condesa de Herrería, manteniendo un vínculo cercano con ellos y logrando para ellos buenos enlaces matrimoniales; además, ennobleció a todos sus nietos con títulos de condes.

Descendencia

María Manuela y el rey Carlos I tuvieron tres hijos, todos reconocidos por el monarca.

  • Carlos Pío de Montúfar-Ontaneda (1815-1877), creado duque de Otavalo y II conde de Herrería. Casado en 1838 con Dolores Veintemilla y Ascázubi, con quien tuvo tres hijos:
    • María Rosa de Montúfar-Ontaneda y Veintemilla (1839-1912), creada condesa de Amaguaña.
    • Ignacio de Montúfar-Ontaneda y Veintemilla (1840-1905), II duque de Otavalo y III conde de Herrería.
    • Luis Pedro de Montúfar-Ontaneda y Veintemilla (1843-1920), creado conde de Mindo.
  • María Teresa de Montúfar-Ontaneda (1818-1828), I duquesa de Archidona. Murió joven.
  • María Isadora de Montúfar-Ontaneda (1821-1901), I duquesa de Machachi. Casada en 1842 con Juan de Veintemilla y Vallejo, caballero de la Orden de San Lorenzo, con quien tuvo cuatro hijos:
    • María Josefa Veintemilla de Montúfar (1842-1920), creada condesa de Calacalí.
    • María Isabel Veintemilla de Montúfar (1844-1916), creada condesa de Tolóntag.
    • Carlos José Veintemilla de Montúfar (1845-1934), II duque de Machachi.
    • Juan Pío Veintemilla de Montúfar (1848-1918), creado conde de Gracia.
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